Laderas de Morana

[1]​ Los posteriores pobladores íberos edificaron un oppidum en el cerro y lo cercaron con una doble línea de muralla: la primera rodea la cima del monte, mientras que la segunda se localiza en la zona más accesible, la ladera sur.En este segundo recinto destaca una atalaya ibérica situada sobre una meseta de altura menor que avanza sobre el terreno circundante.[5]​ Además, esta doble estructura defensiva estaba protegida por torreones cuadrados que llegaron a alcanzar una altura de tres metros.A unos dos kilómetros de este oppidum o ciudad ibérica, en el cerro Acebuchoso, se encuentra una necrópolis que comenzó a funcionar en el siglo III a. C.[1]​ Una vez acaecida la conquista romana de la península ibérica, Morana fue reconvertida en ciudad romana, tal y como le ocurrió a otros asentamientos íberos cercanos.También destacan de este momento un almacén, que podía corresponder a una obra hidráulica, y otros restos funerarios, posiblemente una cámara hipogea de cronología no definitivamente determinada.
Una de las siete cisternas romanas ubicadas en el yacimiento.