[1] Son considerados ectocomensalistas ya que su nicho ecológico es el exoesqueleto de artrópodos (insectos y algunos diplopódos).
Estos hongos son diminutos; sus cuerpos fructíferos comúnmente miden menos de un milímetro.
[3] Carecen de crecimiento miceliar (es decir, formado por hifas) pero presentan un "sistema hifal compacto" al que se denomina talo laboulbenial.
En general el septo primario destaca sobre los demás por ser más grueso, oscuro o presentar algún tipo de constricción.
El receptáculo consta de tres células denominadas con números romanos (I, II y III).
[4] La célula superior de la ascospora en germinación forma lo que se conoce como apéndice primario.
El desarrollo completo del individuo, desde la ascospora hasta que el talo está maduro, puede conllevar entre 10 y 21 días o incluso meses.
Los Laboulbeniales son ectoparásitos obligados, pues completan todo su ciclo vital sobre hospedantes vivos.