Fue su segunda novela en ser publicada y fue considerada por el mismo Bellow junto con Dangling Man como trabajo de aprendiz.
Durante su conversación, Asa se da cuenta de que su hermano Max se ha marchado a trabajar a Texas y que, aunque les envía dinero constantemente, es negligente con su familia.
Leventhal comienza a recordar detalles de su relación, particularmente una ocasión en la que Allbee hizo referencias antisemitas en una fiesta y otra ocasión en la que tuvo una entrevista desastrosa con el antiguo jefe de Allbee.
Con las visitas de Allbee y con indagaciones que realiza a otros conocidos, Leventhal comienza a aceptar cierto grado de responsabilidad por su desgracia, acepta que Allbee pase unos días en su apartamento y promete ayudarlo.
Un día, varios días después del entierro, encuentra a Allbee teniendo sexo con una mujer en su apartamento.
Una noche, en el teatro, durante el intermedio, se encuentra con Allbee, cuyo fortuna parece haber cambiado, ya que está acompañado por una actriz retirada de Hollywood y está vestido elegantemente.