La expresión latina «proton pseudos»[1] (en griego Πρῶτον ψεῦδος), literalmente la primera mentira[2] proviene de Aristóteles, refiriéndose a una premisa mayor falsa en un silogismo, que da como consecuencia una conclusión falsa.
[4] La proton pseudos es el nombre freudiano para la verdad como “develamiento” de lo no sabido, que se atiene a la lógica del inconsciente.
[4] En este artículo, Freud aborda el concepto de "proton pseudos histérica" y su relación con la compulsión histérica y el proceso primario conocido como "movimiento Qὴ" o formación de símbolo, particularmente en el ámbito sexual.
En el caso de Emma, Freud observa la regresión temporal durante las sesiones y describe dos escenas regresivas: una reciente y reconstituida en la que Emma es ridiculizada por su vestido, y otra anterior e inconsciente que representa el recuerdo reprimido del acoso sexual por parte del pastelero.
[7] De esta manera Freud entiende a los síntomas histéricos como efectos diferidos de un suceso sexual, cuyo traumatismo ocurre en su recuerdo y no en el suceso en sí.