Un líder guerrero, Bentejuí (Gustavo Rojo), y el Gran Faycán, (José María Lado), sumo sacerdote, prefieren la guerra.
Cuando la embajada parte del campamento grancanario, el Gran Faycán les tiende una emboscada en la que perecen casi todos los castellanos.
Don Hernán llega malherido a su campamento y su informe provoca la guerra.
Bentejuí sale huyendo con Guayarmina y van a sacrificarse al grito de un terrible juramento.
Cruzando riscos y precipicios, llegan a la montaña sagrada de Tirma.