La mujer de la cofia

Se expone en la sala 8 y fue donado en 1985 por Jacqueline Picasso.

[1]​ En la primavera de 1901, Picasso emprende el segundo viaje a París.

Se instala en el mismo taller que unos meses atrás había ocupado su malogrado amigo Carlos Casagemas.

La descontextualización de las figuras convierte a la mujer enferma, desesperanzada y maltratada por la vida, en una mujer que transpira una enorme sensibilidad y serenidad.

El uniforme de las reclusas, además del singular gorro, -blanco para las sifilíticas-, está formado por amplias blusas a rayas blancas y negras, que Picasso, suele sustituir por hábitos azules.

Prisión de Saint Lazare en 1912.