La muerte no es el final

[2]​ Gabaráin compuso la canción tras fallecer Juan Pedro, un joven de 17 años que era organista en su parroquia.

Posteriormente, las Fuerzas Armadas Españolas adoptaron esta música como himno que se entona en homenaje a los miembros de las Fuerzas Armadas y los civiles con especial vinculación con la Defensa y las Fuerzas Armadas fallecidos en acto de servicio a lo largo de la Historia, dentro del Ceremonial en Homenaje a los Caídos por España.

Tú nos hiciste, tuyos somos, nuestro destino es vivir, siendo felices contigo, sin padecer ni morir.

Cuando, Señor, resucitaste, todos vencimos contigo nos regalaste la vida, como en Betania al amigo.

Yo no quisiera que un paraca cuándo descienda del cielo, este soldado olvidara, la forma de ir a Él.