Primera parte de la obra: «Una escenificación sangrienta» Segunda parte: «Muerte de la democracia en Estados Unidos» Tercera parte: «El imperio ataca» Las tesis o hipótesis presentadas en el libro son muy discutidas y su contenido general puede ser visto, especialmente por quienes han sido afectados directa o indirectamente por los atentados, como muy chocantes.
Otras familias de víctimas, por el contrario, ven en el libro una investigación creíble que las ha conducido a entablar procesos judiciales contra la administración Bush (casos pleiteados por Philip Berg en Nueva York).
En cuanto a los periodistas, Guillaume Dasquié y Jean Guisnel, irritados por lo que consideran una estafa intelectual, publicaron el libro L'Effroyable mensonge: thèses et foutaises sur le 11 septembre (La terrible mentira: tesis y tonterías sobre el 11 de septiembre) en el que atribuyen una contradicción a Thierry Meyssan, acusándolo de ligereza, mentira y falta total de profesionalismo.
En Alemania, el exministro de Investigación, Andreas von Bülow,[5] también le dedicó un libro, entre otros.
Sin embargo, es sobre todo en el mundo árabe donde las tesis de Thierry Meyssan han encontrado un eco favorable.
Entre ellos, no debe dejar de citarse al multimillonario Jimmy Walter,[7] al profesor de filosofía David Ray Griffin e incluso a un exasesor del presidente George W. Bush, Morgan Reynolds.
En La Gran Impostura, el autor se limita a afirmar, a partir de varias evidencias, que la versión oficial del avión secuestrado y que se estrelló contra el edificio sería absurda.
Según sus mismas observaciones, el césped del Pentágono aparece intacto después de la explosión.
En la revista The Open Chemical Physics Journal, 2009, 2, se ha publicado en abril de este año un artículo titulado: “ Active Thermitic Material Discovered in Dust from the 9/11 World Trade Center Castastrophe[8] ” (algo así como: “Material de thermita activa descubierto en el polvo de la catástrofe del WTC del 11-S”).
En una entrevista al diario saudita Al Watan, Meyssan llegó a comparar el 11 de septiembre con el Incendio del Reichstag por los nazis, lo que permitió a Hitler designar a los comunistas búlgaros como los chivos expiatorios e instaurar una dictadura bajo el pretexto de la defensa de la democracia frente al terrorismo.
Desde entonces, la familia Bin Laden ha publicado numerosos comunicados para deslindarse de Osama y para dar a conocer que abandonaba el Carlyle Group.