La condesa descalza (en inglés, The Barefoot Contessa) es una película estadounidense de 1954 dirigida por Joseph L. Mankiewicz[1] y producida por Franco Magli.
[5] El director de cine Harry Dawes (Humphrey Bogart) acude al funeral de la bella condesa Torlato-Favrini, antes la famosa actriz y bailarina española María Vargas (Ava Gardner), que él mismo lanzó al estrellato.
A partir de ahí, comienza a recordar cómo la conoce en una sala de baile española, donde baila flamenco, y cómo el millonario y productor independiente Kirk Edwards (Warren Stevens) impresionado por su belleza, le ofrece un contrato en su nueva película, que dirigirá Dawes.
Al principio ella se niega, pero el director la convence y la película es un éxito, a la que siguen dos más.
María no es feliz y defiende ferozmente su independencia, por lo que abandona a Edwards, irascible y mujeriego, que trata de convertirla en una más de sus posesiones, para irse a la Riviera con el aún más rico multimillonario sudamericano Alberto Bravano (Marius Goring).
Pero lo que está más allá de la duda es la total sinceridad, novedad, osadía y fascinación del filme”.
[8] "La historia (…) es un cuento sensacionalista, curiosamente vacío, y la protagonista, Ava Gardner, no consigue darle verosimilitud o atractivo".
[1] Se eliminaron fragmentos con temas tan controvertidos en la España del momento como la Guerra Civil o el adulterio, especialmente las secuencias de María Vargas (Ava Gardner), cuyo personaje era una española que le explicaba a Harry Dawes (Humphrey Bogart) los infortunios que le sobrevinieron por la guerra.