[2] Actualmente la canción se ha convertido en un himno popular en las celebraciones mexicanas, en especial durante las fiestas de día de muertos.
[3] Al igual que otros sones veracruzanos tradicionales su letra ha sido modificada a través del tiempo y enriquecida con añadidos e improvisaciones.
Su letra es jocosa y picaresca, maneja el doble sentido entre el tema de la brujería y el de la seducción o el cortejo.
[4] Existen distintas versiones, dada la naturaleza de su género, ya que en el son jarocho son muy tradicionales las improvisaciones, agregando o quitando palabras de más de algún verso o copla.
[4] Al igual que su autoría, también se desconoce su fecha de creación, pero se sabe que es uno de los sones jarochos más antiguos y parte del sincretismo entre los símbolos del Viejo y Nuevo Mundo.