La barca sin pescador es una obra teatral en tres actos escrita por Alejandro Casona.
El Acto 1 transcurre en la oficina de un hombre llamado Ricardo Jordán, quien trabaja invirtiendo acciones en la bolsa, tiene una secretaria y amante llamada Enriqueta con la que está teniendo una conversación, sobre Mendel, su enemigo.
Ella lo está tratando de convencer para que pacte con su enemigo porque a Ricardo le está yendo mal con sus acciones, pero no acepta de ninguna manera pactar con él.
Ricardo los hace pasar y Enriqueta se retira diciéndole que los escuche con calma.
Ricardo le pregunta quién era y el caballero de negro le dice que cuando era niño y tenía fe soñaba con él muchas noches, también lo veía en un libro de estampas que tenía su madre cuando le hablaba del cielo y el infierno.
Lo que viene a proponerle el diablo es un negocio espiritual ya que la ficha de Ricardo está bien nutrida de traiciones, bajezas, escándalos y daños.
La abuela le reclama a Frida porque ya casi ni viene a la casa, y le pregunta si es por la hermana pero ella se lo niega, aunque Frida dice que Estela no es la misma de antes y que desde la muerte de Péter a todos los mira como enemigos y que si pudiera darle todo lo de ella sería poco, pero Estela no acepta nada.
Luego entra el tío Marko y les dice que habló con un hombre, era un pasajero de barco y le preguntó si él hacía los barcos, le dijo que no y que los barcos los hace la mujer de Péter Anderson, pareció que cuando se lo dijo a este hombre, le temblaron los labios y repitió dos veces en voz baja Péter Anderson… señalando después su casa como si la conociera.
Estela le dice a este que lo busque porque la casa de Péter siempre estuvo abierta para los amigos.
La abuela le dice a Estela que Frida pagó la renta del barco, entonces Estela le dice a Frida que quiere sostener la casa sola.
Ricardo se queda hablando con Estela, él le ofrece dinero, pero ella no acepta y le dice que prefiere seguir trabajando como hasta ese momento.
Él no puede creer que se lo ofreciera así, ya que viene de un mundo donde todo se hace por dinero, y que ella no le pregunta ni de dónde es ni de dónde viene para abrirle su puerta.
Le dice luego que no pudo ser ese día la mano de Dios quien lo mató, quebrándosele la voz y siendo interrumpida por la abuela.
Estela y Ricardo se quedan solos, él está a punto de confesarle todo, pero Estela se adelanta y le dice que fue Cristián quien mató a Péter.
El contrato dice que Ricardo Jordán se compromete a matar a un hombre, Ricardo le dice que la mejor manera de liquidar el contrato es cumplirlo.
El Tío Marko: Pescador, un poco torpe para convencer a la gente, intentaba vender barcos de madera hechos por Estela.