La Tribuna (novela)

Poco antes de su publicación, Pardo Bazán contribuyó a estos debates con una serie de artículos en el diario madrileño La Época, que se recopilaron en junio del mismo año bajo el título La cuestión palpitante.

Aunque este mundo ya había aparecido en novelas de folletín, esta obra se distingue por las características documentales propias del naturalismo, un enfoque que Pardo Bazán introduce.

[2]​ La autora estudió en detalle muchos aspectos de la novela con el rigor característico del naturalismo que defendía.

Su padre la reemplaza en el negocio familiar con un aldeano llamado Chinto, quien se enamora de Amparo, pero ella lo rechaza y desprecia.

Amparo se destaca como una de las líderes entre sus compañeras, leyendo la prensa y promoviendo fervorosamente los ideales republicanos.