Será a mediados del siglo XIV cuando en diversos documentos se identifique con el nombre de La Raya a la acequia que, en épocas posteriores, también se denominará como de Alfox o Puxmarina.
En este periodo, y de la información que facilita Pascual Madoz, tenemos constancia de que la pedanía contaba con 80 casas y varias barracas diseminadas, así como con una iglesia parroquial, cuya titular era Ntra.
En 1970 se produce una brusca disminución en las cifras de población, que descienden hasta los 1.697 habitantes, siendo las causas los movimientos migratorios y la absorción de mucha mano de obra juvenil para la industria y servicios nacionales (Correos, Policía Nacional, Telefónica y compañías anexas, etc.), así como la emigración al extranjero, aunque en menor medida.
La agricultura ha perdido la importancia que tradicionalmente mantuvo en la zona, manteniéndose como espacios de recreo.
No obstante, su paisaje agrario se caracteriza por los cultivos asociados: limonero, naranjo, melocotonero y ciruelo, así como con otros árboles frutales y el cultivo de hortalizas (lechuga, tomate, judía verde o bajoca y haba verde) centradas en las tierras más cercanas a los márgenes del río, que no son aptas para los cultivos arbóreos.
Con respecto a la ganadería, destaca el sector porcino, siendo explotaciones escasas y de carácter familiar.
Padre Jesús Nazareno (Titular de la cofradía) es una imagen articulada del siglo XVII y atribuida por muchos (no expertos) a Nicolás Salzillo por su estilo napolitano.
Esta imagen mueve su brazo derecho gracias a su mecanismo interno e imparte la bendición moviendo la mano en forma de cruz tres veces al llegar el desfile procesional al cementerio del pueblo (1 km aprox.).
El acto se repite de nuevo al regresar la procesión a la plaza de la iglesia, ya que el antiguo cementerio parroquial se encontraba junto a la iglesia desde su fundación.
Desde la cúpula descendería una niña vestida de ángel que coronaría a la imagen.
El trono vuelve a la plaza de la iglesia y se coloca bajo la cúpula.
El acto comienza con la plaza sumida en una profunda oscuridad, seguida por unos efectos de luz y sonido.
Mientras tanto, se activa un castillo o salve de fuegos artificiales que puede verse desde cualquier lugar del pueblo.
Una vez la niña posa sus pies sobre el trono, corona a la imagen de la Virgen, la besa y la abraza.