Entre estas montañas se abren pequeños valles formados por los arroyos tributarios del futuro río Tera.
Posteriormente el nombre de esta aldea pasó a una posada en la localidad (10).
Además es interesante señalar que en 1916 la denominación del pueblo se cambió dos veces: Según referencia (3), el Ayuntamiento manifestó que prefería llamarse La Poveda o Povédola, y se le asignó Povédola, pero posteriormente el propio Ayuntamiento envió instancia pidiendo ser llamado La Póveda de Soria, a lo que la Real Sociedad Geográfica no vio inconveniente, quedando este último nombre como definitivo.
Sin embargo, no hay prueba alguna sobre la existencia de una calzada romana, como a veces se ha señalado.
[7] En el documento original figura por un lado La Poveda y El Río y por otro Los Sanctos, aunque ofrece en un único asiento los resultados, lo que permite deducir que había un libro de registro único para ambos núcleos.
El conjunto de roscas recogido se subastaba, excepto una que quedaba para la iglesia.
Así mismo, los miembros de la cofradía se San Salvador organizaban otra comida paralela durante las fiestas.
En ella los antiguos pastores (principalmente) elaboran diversas calderetas siguiendo su método tradicional, y más tarde las ofrecen al conjunto del pueblo para su degustación.
- En la localidad era un hecho “obligatorio” recibir con gran hospitalidad a cualquier extranjero (o extraño) que llegara al pueblo, ofreciéndole inmediatamente comida y bebida en el interior de la casa, e interesándose cordialmente por su persona.
- PINGADA DEL MAYO: el ayuntamiento daba un pino a primeros del mes de mayo y se colocaba unos metros por debajo de la iglesia; manteniéndose vertical durante todo ese mes.
Algunos mozos intentaban trepaban por el pino hasta su parte más alta, y si lograban alcanzarla recibían un premio.
A principios del siglo XX (tiempos de la abuela Inés) se daba un mayo a cada casa (vecino) del pueblo, y se empleaba su madera para las necesidades de la casa: machones, construir puertas, etc. - FUEGOS EN SEMANA SANTA: la víspera de “Las Tinieblas” se iba al monte a cortar sabinos (nombre local del enebro común = Juniperus communis).
En la merienda los hombres (incluso de cierta edad) echaban hormigas (recogidas en hormigales) a las mozas y daban buena cuenta del vino.
En estas fechas se pedía por el día “La Zandaria” (también llamada -quizá más recientemente- La Gallofa).
Las fiestas se celebraban -probablemente- el primer domingo de julio, y en ellas durante la noche colocaban faroles encendidos.
- LAS MOZAS DEL RAMO: se realizaba tanto en Jueves Santo como el sábado y domingo siguientes.
A finales de los años 90 está tradición se ha recuperado parcialmente, pero realizándose ahora durante las fiestas del pueblo.
- GASTRONOMÍA: queso, berza con patatas, torreznos, torta de chichorras, roscos, liebre con arroz, alubias, garbanzos, sopas de ajo, chordones (que se iban a recoger al pinar tradicionalmente en agosto).
No hay explotaciones mineras en la zona ni las ha habido aunque pueden hallarse algunas piritas sueltas a lo largo del río.
- HOMBRE DE LA HIERBA: existe una única referencia -un tanto vaga- relativa a que antiguamente persona/s del pueblo recubrían su cuerpo con helechos y era/n llamados algo así como “El Hombre de la Hierba”.