La Mujer Nueva

Desde su primer número —publicado el 8 de noviembre de 1935—[1]​ dio cabida a las aspiraciones relacionadas con la obtención y ampliación de los derechos civiles y políticos, incluidos el sufragio femenino universal, y las demandas sociales que inspiraron a ese primer movimiento feminista chileno.La aparición de esta organización, compuesta por mujeres profesionales y trabajadoras, fue un hito en la época.El MEMCH, desde las páginas de La Mujer Nueva, no fue la excepción.Junto con apoyar las campañas para sensibilizar a la población y a las autoridades gubernamentales respecto del derecho al voto presidencial de las mujeres chilenas, La Mujer Nueva dedicó sus esfuerzos a otros conflictos propios de la época.El debate sobre el trabajo femenino en general y el trabajo femenino industrial en particular, permitieron constatar que la pobreza femenina poseía características específicas y que el alto costo de la vida de esos años perjudicó sustancialmente a las mujeres.