Ju-on

Takashi Shimizu asistió a la Escuela de Cine de Tokio (la actual Tokyo Film Center School Of Arts, también FC Tokyo[1]​) donde estudió bajo la tutela del respetado guionista y director Kiyoshi Kurosawa.

Kurosawa quedó impresionado por un corto de tres minutos escrito y dirigido por Shimizu.

La actuación le pareció aterradora y decidió "pintar" a sus fantasmas de blanco así como enseñar sus rostros.

De hecho, se podría haber llamado perfectamente «Ju-on: The Curse 3» (o «Ju-on 3»), pues respeta rigurosamente tanto el origen de la maldición (o sea, la tragedia en la familia Saeki) tal cual se narra en las películas anteriores, como la trama de estas, sin que ningún elemento entre en conflicto con ellas, resultando totalmente compatible.

Este éxito masivo a todos los niveles hizo que la saga japonesa se readaptase a los gustos occidentales en la versión titulada The Grudge, que supondría el inicio de la serie de películas americanas.

En esta ocasión tal trabajo se encomendó a Ryuta Miyake y Mari Asato, respectivamente.

No obstante se aseguró la presencia del director supervisando la producción de las mismas.

«Cortometrajes»      «directamente para vídeo» Si hay una característica primordial en las primeras películas de Ju-on es la sencillez, es decir, causar terror con una puesta en escena y unos efectos especiales tremendamente sobrios.

Escenarios, actores, maquillaje y efectos especiales se ven muy reducidos; de ahí el atractivo que supuso continuar la serie.

[4]​[5]​ Entre 2003 y 2015, la editorial japonesa Kadokawa Shoten publicó varias adaptaciones con soporte en papel de la saga Ju-on.

Tan solo la primera novela Ju-on (2003) fue traducida al inglés por la editorial Dark Horse en Norteamérica, publicada en 2006.