Rochefort fue procesado y condenado a un año de prisión y multa de 10 000 francos, mientras que la revista fue cerrada.
Sin embargo, Rochefort consiguió eludir la cárcel refugiándose rápidamente en Bruselas, y en la capital belga continuó la publicación de La Lanterne que, en pequeño formato, fue distribuida clandestinamente por toda Europa.
La Lanterne volvió a nacer en 1874 en Ginebra por obra del propio Henri Rochefort, que se había refugiado en Suiza tras haber conseguido escapar de la colonia penal de Nueva Caledonia, en la que había sido condenado por apoyar la Comuna de París.
La revista satírica de Rochefort tuvo numerosos imitadores en Europa.
En Italia, Gaspare Colosimo fundó en 1882 en Nápoles el semanario satírico de inspiración republicano La lanterna, recordando incluso en el título el semanario de Rochefort.