Una propuesta etimológica propone que el término "Durera" haría referencia al "molino del arroyo".
A cambio ella debía dejar el molino cómo se lo dio el monasterio.
En el año 1604 se entregan las escrituras a María Menéndez ante el escribano del monasterio.
Más tarde el molino se afora a Julio Álvarez de Cienfuegos.
La Dorera en su mayor parte tiene clima oceánico de interior húmedo , con precipitaciones abundantes e inviernos frescos y veranos suaves.