La Coronilla

Particularmente, existía un gran bosque milenario de coronillas en el Cerro Verde, un promontorio con mucha historia que penetra en el mar.

En el lugar aún se hallan con facilidad troncos y ramas fosilizadas de esta especie vegetal.

Alrededor del siglo XV, la tierra donde hoy se ubica La Coronilla era habitada por indios y las costas frecuentadas por piratas, que dejaron cerritos y embarcaciones hundidas como prueba, respectivamente.

Hacia 1910, con financiación estadounidense e impulsado por el empresario y exministro de Fomento Juan Castro, se proyectó un ferrocarril trans-uruguayo que cruzaría el país en diagonal desde la punta de La Coronilla, en la costa oriental, hasta Santa Rosa del Cuareim en el extremo noroeste.

Finalmente, en 1976, abrió el hotel y restaurante Gure Etxe, luego llamado por sus nuevos dueños Castelo a Mare.

Varios hoteles cerraron para reabrir más tarde con menos servicios y comodidades y la gente tuvo que buscar métodos alternativos de supervivencia, muchos de ellos relacionados con la frontera.

En junio de 2005 hubo grandes inundaciones que prácticamente dejaron a La Coronilla aislada.

La situación fue tan dramática que las fuerzas vivas locales sintieron la paciencia colmada.

[8]​ En la actualidad, si bien las condiciones generales se han visto mejoradas, el balneario enfrenta una situación de difícil laudo, ya que la ciudad oceánica se ha visto convertida en un criadero de caballos que conviven, a veces no tan armoniosamente, con los turistas visitantes que son recibidos más que con la brisa marina, con los efluvios del orín y estiércol equino, con la aparente complacencia de las autoridades que, echando en saco roto los innumerables reclamos, apelan a la existencia de una pretendida ola tradicionalista para no intervenir frente al incremento del rodeo caballar.

Diez días después los habitantes de La Coronilla se encontraron con que su playa estaba totalmente limpia, con las arenas blancas y el agua verde.

Una vez terminadas las obras, la mayor parte de las aguas excedentes retomarían sus cursos naturales, vía el Arroyo San Luis hasta la Laguna Merín.

[10]​ En 2004 la Asociación Karumbé creó el primer Centro de Tortugas Marinas del Uruguay, que se ubica al lado del mar al final de la avenida Leopoldo Fernández Tuñón.

Playas de La Coronilla
Tortuga verde