A pesar de presentar hechos que ya eran hasta entonces conocidos por los especialistas, esta obra desató muchas polémicas desde su aparición.
... Como Jericó, no había ahí ningún asentamiento en el tiempo que se supone su conquista, por los hijos de Israel.
[24] Hay restos de, alguna vez, grandes ciudades en Megido, Jasor y Gézer, con evidencias arqueológicas mostrando que sufrieron una violenta destrucción.
En 2006, la popularidad del texto llevó a una serie de documentales en cuatro entregas que fue subsecuentemente emitida en el canal History Channel.
Una reseña del libro por el arqueólogo William G. Dever publicada en la Biblical Archaeology Review y luego en el Bulletin of the American Schools of Oriental Research, resultó en acalorados intercambios entre Dever y Filkenstein.
La reseña de Dever reconoció que el libro tenía muchos puntos fuertes, en especial potencial arqueológico para reescribir la historia del "Antiguo Israel", pero criticó que representaba mal sus propias visiones y concluyó caracterizando a Filkenstein como "idiosincrático y doctrinario".