Línea internacional de cambio de fecha

Por conveniencia de algunos países cuyo territorio atraviesa, en ellos la hora legal o local y la fecha pueden ser las correspondientes a las del otro hemisferio.

En 1612, el historiador francés Nicolás Bergier vio la necesidad de tener un meridiano donde cambiase la fecha.

La mayor parte de esta línea se ubica sobre el océano Pacífico y define la fecha local en los territorios cercanos a ella.

Esto se debe a que la tierra gira de oeste a este y por cada huso horario cruzado en esa dirección (hacia el Oriente) se añade una hora hasta acumular 24 horas justo antes de atravesar dicha línea, resultando la misma hora pero del día siguiente.

La aplicación de esta idea, quizá también errónea[cita requerida], conduce a confusiones[cita requerida] originadas por dos paradojas: Así, cuando es mediodía en el meridiano 0°, ya hace media hora que pasó el sol por el meridiano 7.5° de longitud este, lo cual equivale a indicar que el avance del movimiento solar aparente siempre tiene efecto de media hora retroactiva en cada huso horario, algo sin sentido[cita requerida]: cada hora debe comenzar en los meridianos múltiplos de 15° hacia el oeste, de la misma forma que las horas del reloj comienzan en el número correspondiente y avanzan en sentido horario hasta el número siguiente: treinta grados en los relojes de dos agujas y doce horas en un día.

Línea internacional de cambio de fecha (en negro).
Una ilustración simplificada de la relación entre la línea internacional de cambio de fecha (mostrada en rojo), las fechas en cada fracción de la circunferencia con diferente color y la hora del día. Los sucesivos colores representan días calendarios sucesivos. Un nuevo día comienza cuando cualquier punto de la circunferencia cruza la "medianoche" a las 24:00 horas.