Hijo de un boticario rural, a los 9 años fue aceptado por su talento musical para estudiar en la École Niedermeyer de París, dedicada a la enseñanza de música sacra.
Uno de sus profesores fue el organista Eugène Gigout, con cuya hija se casaría más adelante.
Entre éstas, hay que destacar la Suite Gothique y su famosa Toccata final; la Deuxiéme Suite, menos conocida, pero de gran valor, y la colección de piezas destinadas a la liturgia Heures Mystiques.
También escribió música de cámara y orquestal, en particular para violoncello, por el que sentía predilección.
También fue crítico musical, oficio que ejerció con varios pseudónimos.