Koichi Sugiyama es un compositor clásico de bandas sonoras, productor pop, y exlocutor que ha adquirido una enorme popularidad en Japón, en parte debido al éxito de su música para la serie Dragon Quest.
Coincidiendo con su trabajo en el programa, el mismo Sugiyama ejerció como productor para posiblemente la más importante de estas bandas, los Tigers; no dudando en reflejar su opinión y hacer cumplir su autoridad, personalmente renombró la banda de The Funnies a The Tigers, reemplazando al vocalista por Kenji Sawada, y además escribió varios de sus primeros sencillos.
El músico también prestó ocasionalmente su experiencia como compositor dentro de Fuji TV, escribiendo temas musicales para programas incluyendo The Hit Parade.
Después de dejar Fuji TV y trabajar durante tres años como director por cuenta propia, Sugiyama decidió enfocarse en su afición primaria, la composición, en 1968.
Escribió canciones tales como “Flower Necklace” y “Romance of the Galaxy” durante la edad dorada de los Tigers.
Junto con asociados cercanos como Katsuhisa Hattori, Hiroshi Miyagawa y Atsushi Hashimoto, fue admirado como uno de los más grandes productores pop en la era Shōwa.
Después de estos proyectos, Sugiyama asumió un papel central en los ochenta en la serie de televisión Space Runaway Ideon y sus spinoffs cinematográficos, mezclando estilos orquestales y contemporáneos.
Habiéndose convertido en un entusiasta jugador de videojuegos, el compositor envió una postal manuscrita a Enix después de jugar a Kazuro Morita’s Shogi para los tempranos PC.
Como resultado, invitaron a Sugiyama para componer la música de una secuela que estaban desarrollando, Wingman 2.
Aunque la banda sonora era mucho menos elaborada que sus trabajos en el anime, Sugiyama seguía encantando a los oyentes ofreciendo estilos relajados y melodías muy desarrollados.
Introdujo la banda sonora con “Overture”, una grandiosa composición de fanfarria que ha aparecido en cada Dragon Quest desde su lanzamiento.
En un tiempo en que los discos de juegos eran raramente editados, fue inaudito producir una grabación orquestal.
Reflejó su eclecticismo en las bandas sonoras de Jesus: The Fearful Bio-Monster y su secuela.
El músico arregló y dirigió nuevas suites para cada entrega: adoptando un enfoque con más sabor pop para Dragon Quest II, grabándolo con la Orquesta Sinfónica NHK en Dragon Quest III, y, en la cima del éxito de la serie, dirigiendo la Orquesta Filarmónica de Londres para la cuarta entrega.
También supervisó la adaptación de su música en el anime Dragon Quest: Dai’s Great Adventure.
Continuó produciendo su propia música, explorando enfoques más elaborados en los juegos de Super Nintendo Dragon Quest V, Torneko’s Adventure, y E.V.O.
Incluso prestó su consejo a Nobuo Uematsu en varias partituras de Final Fantasy.
En el campo del anime, además dirigió y condujo la música de Hayato Matsuo para Magic Knight Rayearth.
En el cambio de siglo, Sugiyama continuó componiendo las bandas sonoras para Dragon Quest VII, Torneko’s Great Adventure 2, y Shiren the Wanderer 2.
Beneficiándose de las especificaciones técnicas de Nintendo 64 y PlayStation, estas partituras fueron significantemente más largas que sus obras anteriores y utilizó muestras orquestales más convincentes.
Estas suites marcaron las primeras grabaciones del compositor con la Orquesta Sinfónica Metropolitana de Tokio.
En los años posteriores, pasó a regrabar todas las suites anteriores de la serie con la orquesta.
Sugiyama publicó todos estos discos bajo la SUGI Label, un sello discográfico personal que fundó en 2004 con el apoyo de Sony Music Entertainment.
UU. para pedir al gobierno japonés que se disculpase para consolar a las mujeres antiguas, Sugiyama financió personalmente la notoria asociación de anuncios “The Facts” que apareció en el Washington Post en 2007.
Ahora con 86 años, Koichi Sugiyama todavía sigue fuerte y permanece dedicado al legado de Dragon Quest.
Asimismo, pensaba que las demandas del movimiento antinuclear japonés de desmantelar inmediatamente todas las instalaciones de energía nuclear sin ofrecer ninguna solución alternativa afectarían la capacidad del país para defenderse.