Su familia tiene un fuerte carácter revolucionario y antijaponés (país que en esos momentos estaba ocupando militarmente Corea) y que Kim Jong-suk heredaría.
En 1932 se uniría a la guerrilla comunista antijaponesa liderada por Kim Il-sung, su futuro esposo, escalando posiciones hasta que en 1936 se encuentra directamente bajo su mando.
En 1937 será admitida dentro del Partido Comunista.
En 16 de febrero de 1942 da a luz a Kim Jong-il, su primer hijo, al que inducirá su gran pasión comunista, para que siga los pasos de su padre.
Su imagen será utilizada, tanto en vida como en la muerte, como imagen de la mujer revolucionaria, por parte del Partido de los Trabajadores de Corea.