Kiliaen van Rensselaer

Se convirtió en uno de los primeros terratenientes y terminó siendo el único exitoso tras haber fundado el señorío de Rensselaerswyck en lo que actualmente es el Distrito capital de Nueva York.

[2]​ Su patrimonio se conservó como una entidad legal hasta los años 1840, habiendo sobrevivido las épocas coloniales neerlandesa y británica, la Revolución estadounidense y, finalmente, llegando a su fin durante la Anti-Rent War.

Para evitar que arriesgara su vida en el ejército como lo había hecho su padre, empezó como aprendiz bajo la dirección de su tío, un exitoso joyero de Ámsterdam.

Su patrimonio se convirtió en el más exitoso que haya existido, con van Rensselaer haciendo pleno uso de sus tácticas y ventajas en los negocios, tales como su conexión con el Gobernador de Nueva Holanda, sus confidentes en la Compañía Neerlandesa de las Indias Occidentales y los miembros de su familia extendida que estuvieron felices de emigrar a un mejor lugar para cultivar.

Se casó en dos ocasiones y tuvo, por lo menos, once hijos, dos de los cuales lo sucedieron como patroons de Rensselaerswyck.