Comenzó en 1960 a trabajar directamente con Tatsumi Hijikata, auténtico fundador de la técnica butō.
Kazuo Ōno, a diferencia de Tatsumi, es más un solista performático que un técnico y coreógrafo.
Ōno e Hijikata conformaron el núcleo de lo que hoy se conoce como butō tradicional.
Los estudiantes que pasaron tiempo con Ōno generalmente estaban interesados en un aprendizaje más ecléctico e individual.
Durante las últimas dos décadas de su vida, desde sus 90 y tantos años de edad y confinado a una silla de ruedas, Ōno siguió enseñando y realizando performances junto a su hijo Yoshito.