Asimismo fue ampliamente usado en Birmania, las Filipinas, Malasia, Nueva Guinea y las Islas Salomón .
Los modelos Ia y Ib estaban mal armados y eran lentos, pero pronto fueron sustituidos por los más efectivos IIa e IIc que se mantuvieron en servicio hasta el final de la guerra.
El radar de estos pronto detectó los aviones enemigos y comenzaron a despegar cazas Seafire, Corsair y Hellcat a la vez que los barcos abrían fuego de forma masiva.
Un Spitfire quedó gravemente dañado al chocar con un Ki-48 y un Hellcat fue derribado por el fuego antiaéreo de su propio portaaviones.
Una réplica de un Ki-48 se encuentra en el China Aviation Museum.