[1] Su niñez la pasó en la granja familiar donde su fe se hizo fuerte tanto como su disposición a catequizar a vecinos y niños; recitaba diariamente el rosario y era una ardiente devota de la Madre de Dios.[2][3] Kózka murió asesinada por un soldado ruso, miembro del ejército que había invadido Polonia durante ese año, al intentar violarla.Tres mil personas acudieron a su funeral y pidieron iniciar su causa de canonización ya que murió por defender su pureza.La causa comenzada en 1950 culminó en 1987 cuando el papa Juan Pablo II la beatificó en la Polonia independiente.Dos hombres (Franziskus Zalesny y Franziskus Broda) presenciaron el ataque del soldado a Kózka mirando desde detrás de unos arbustos; vieron como intentó forzarla pero fue rechazado fuertemente.