El buque fue encargado en Holanda en 1853, el único país occidental con el que Japón mantuvo relaciones diplomáticas durante el período de sakoku (aislamiento).
Los buques de vapor a hélice militares habían sido introducidos apenas diez años antes en occidente, siendo el primero el HMS Rattler y, por consiguiente, el Kanrin Maru permitió a Japón adquirir experiencia con algunos de los más novedosos avances en diseño militar naval.
[1] Tres años más tarde, el Bakufu envió al Kanrin Maru en una misión a los Estados Unidos, con la clara intención de hacer ver al mundo que Japón dominaba ahora las técnicas de navegación y la tecnología occidentales.
Esta sería la segunda embajada japonesa que cruzara el océano Pacífico, unos 250 años después de la que dirigió Hasekura Tsunenaga a México y Europa en 1614, a bordo del galeón San Juan Bautista, construido en Japón.
La flota se topó con un tifón en su ruta hacia el norte y el Kanrin Maru, que había sufrido daños, se vio obligado a refugiarse en la bahía de Shimizu, donde fue bombardeado y abordado por las fuerzas imperiales a pesar de llevar bandera blanca.