Kanlidivane

En el siglo I, el reino de Olba pasó a formar parte del Imperio romano.

En otras inscripciones halladas se puede leer que en el siglo V la ciudad pertenecía a la provincia romana de Eleusa Sebaste durante el reinado del emperador Teodosio II, que estableció aquí un centro sagrado del cristianismo, amplió la ciudad y le cambió el nombre por Neopolis.

En el siglo VI tras el gran terremoto del año 526[1]​ que asoló toda la Anatolia y ante el evidente avance musulmán, el emperador bizantino Justiniano I priorizó en dotar de nuevas construcciones, servicios y defensas a ciudades más estratégicas como la vecina Corycos en detrimento de otras, por lo que la población empezó a emigrar y Neopolis cayó en decadencia.

Cuando llegaron a la ciudad la bautizaron como Kanlidivane (que traducido del turco significa lugar de.. "sangre y locura") La presencia de un árbol sagrado en el sitio muestra que los lugareños siguen considerando Kanlidivane como una lugar místico.

El color rojizo del fondo y de las paredes hizo pensar que la sima podría haber sido en tiempos del Imperio romano una cárcel o un circo, llegando incluso a contener animales salvajes como leones o tigres, y que los condenados a muerte eran lanzados a su interior, aunque hoy en día no se ha encontrado ningún indicio que pruebe esta teoría y probablemente sea una leyenda generada por los selyúcidas.

Es tentador imaginar un gran ventanal con vistas a esa inmensa y aterradora brecha en la tierra.

En el oeste se abre al patio rodeado por el atrio a través de tres arcos sostenidos por dos columnas cada una.

Los capiteles son mucho más finos que en las otras basílicas, tienen formas parecidas a los helechos moviéndose suavemente por el viento.

Los registros indican que hubo una vez un fresco de los cuatro evangelistas aquí, pero actualmente ya no existe.

Hay varios sarcófagos con hyposorion junto a numerosas tumbas, así como tres templos y una exedra.

En el punto más alto, la reina Aba construyó el mausoleo para su esposo e hijos que supuestamente fueron víctimas de la peste.

Hay otra necrópolis situada en la ladera noroeste, con varias tumbas, sarcófagos con hyposorion y pequeños templos que apenas se pueden distinguir.

El orientalista francés Victor Langlois realizó unas investigaciones en Kanlidivane a mitad del siglo XIX y la identificó como la Neopolis bizantina.

Relieve de la familia Armaronxas
Torre de Zeus Olbios
Iglesia de Papylos
Mausoleo de Aba