Sin embargo tuvo más éxito cuando se centró en su faceta como humorista gráfico trabajando en la revista La Codorniz desde 1952, junto a otros notables autores de su generación como Álvaro de Laiglesia, Miguel Mihura, Wenceslao Fernández Flórez, Tono, Enrique Herreros, Edgar Neville, Manuel Aznar, Enrique Jardiel Poncela, Alfredo Marqueríe, Joaquín Calvo Sotelo o José López Rubio.
En sus primeras viñetas firmaba como Pitti,[1] pero la cambió poco después por la de su personaje y alter ego Kalikatres, tal vez para evitar confusiones con Pitigrilli, que también colaboraba con La Codorniz por esa época.
El personaje de Kalikatres era un sacerdote o filósofo egipcio, dibujado con cierto aire cubista y esquemático, que en viñetas sueltas respondía con gran sabiduría e ironía las cuestiones que le eran presentadas.
Kalikatres sapientísimo, publicado a instancias del brasileño Cássio Loredano, admirador de su obra.
[5] También ha recibido galardones como el Legión de Humor, que le concedió la revista La Golondriz.