La propia columna sobre la que hizo penitencia el Santo se convirtió pronto en un importante centro de peregrinación.
Hacia el año 475, comenzó a construirse un martyrium, es decir, un edificio conmemorativo dedicado al Santo.
[3] El complejo monumental ha llegado hasta nuestros días en estado de semirruina, ya que fue abandonado hacia el siglo VII, cuando los musulmanes conquistaron Siria.
La parte más destacada es la basílica o martyrium, en cuyo centro quedaba el pilar; cuatro cuerpos con forma basilical, subdivididos a su vez en tres naves escalonadas, partían de este lugar, disponiéndose en forma de cruz griega.
No se sabe con certeza qué tipo de techumbre cubría los edificios principales y el octógono central.
Aunque todos presentan idénticas proporciones, cuatro de ellos comunican con las amplias naves o basílicas anexas, mientras que los otros cuatro se abren a una especie de pasillo anular, rematándose con pequeñas exedras o absidiolos.
Otros edificios, con formas y proporciones diversas, se disponen en torno a este núcleo central.