El nombre es de origen maya: deriva de las palabras q'eqchi' kak (rojo) e ik (caliente o muy picante).
[1]Este platillo se sirve con arroz para agregar al caldo y pequeños tamales de masa de maíz sazonados sin nada más que sal, que son llamados blancos o pochitos.
[2]En el año 2007 fue declarado parte del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Nación.
[1] El color rojo se debe al achiote molido.
Su color puede asociarse con la sangre que se usaba en los sacrificios rituales precolombinos.