Justo de Molina Basconcelos fue un explorador, baqueano y lenguaraz chileno, nacido en la Tucapel en 1745.
Hablaba la lengua mapuche, lo que le permitió comunicarse con facilidad con los caciques pehuenches y ranqueles.
Auxiliado por Sobremonte emprende el regreso en 1805, pudiendo esta vez llegar hasta los toldos de Carripilún en Marivil, principal jefe ranquel por entonces, para continuar su viaje y a través del paso Pichachén arribar al fuerte de Antuco (Ballenar).
Al respecto el destacado historiador Ramiro Martínez Sierra en su libro "El Mapa de las Pampas" dice: “Muy justicieras resultan estas palabras escritas en el dictamen –de las pocas que hemos leído en alabanza de Molina-, porque si pueden señalarse deficiencias técnicas en sus descripciones, ellas son disculpables si se tiene en cuenta que no poseía conocimientos que le evitaran incurrir en errores.
Y más adelante: “Justo de Molina Basconcelos había dado cima a la singular hazaña de ser el primer “huinca” que había cruzado diagonalmente a las pampas en toda su integridad, penetrando hasta su mismo corazón, allí donde residía el poderoso Carripilún.