Doctrina de la justificación

La doctrina de la justificación (del latín justificatio, en griego dikaiosis δικαιοσις)[1]​, en teología dogmática, es el evento o proceso por el cual los pecadores son hechos o declarados justos a la vista de Dios.

Durante el período de la reforma, los teólogos evangélicos -también llamados protestantes- criticaban la teoría tradicional católica, pues el hombre ya justificado no dependería ni necesitaría del “Cristo vivo” para salvarse.

El perdón así recibido no anula la falta, sino que Dios decide no hacer caso de ella, obviarla, ya que, según afirma Lutero, la concupiscencia –que es parte de la naturaleza corrupta del hombre– se identifica con el pecado original.

Según H. Küng este tratamiento del tema elevó la justificación a tratado dentro de la teología sistemática, al igual que lo hacen los protestantes.

Sin embargo, recuerda que es necesaria tanto la acción divina de la gracia –que realiza la justificación del pecado original y de los pecados personales– como la libertad y las obras que disponen al alma a recibir la justificación.

A continuación el decreto confirma –citando textos de la Biblia– que no basta la fe sola para la justificación, ya que se trata de actuar las tres virtudes teologales y vivir los mandamientos.

[15]​ La teología católica sostiene que el sacramento del bautismo, que está estrechamente relacionado con la fe, "purifica, justifica y santifica" al pecador; en este sacramento, el pecador es "liberado del pecado" (original y personales).

[16]​[17]​ Esto se denomina justificación inicial o "limpieza del pecado", la entrada a la vida cristiana.

Los católicos usan Marcos 16:16, Juan 3: 5 y Hechos 2:38 para apoyar este punto de vista en la justificación por el bautismo.

Si uno cae en pecado mortal, pierde la justificación y puede recuperarla a través del sacramento de la Reconciliación.

El tema de la justificación ha estado siempre presente en los encuentros entre protestantes, especialmente luteranos, y católicos.

En 1957, Hans Küng publicó un libro sobre la justificación en Karl Barth que contribuyó a minimizar los puntos controvertidos, así como se inició una serie de estudios sobre esta temática en la teología.

Así, desde 1972 se han publicado diversos documentos interconfesionales[20]​ que liman las diferencias, aunque también subrayan los elementos incompatibles.

Andrés de Vega , De iustificatione doctrina universa , 1572