Jurista

El origen de este término se atribuye al derecho romano, que hacia el siglo IV a. C., al hacer públicas las normas, surge la necesidad de interpretarlas.Su función era estudiar la ley y atender consultas públicas, resolviendo los casos que se les presentaban.En cambio, el trabajo del abogado es la defensa jurídica y la asistencia judicial de las personas particulares.[4]​ El filósofo y político español Roque Barcia señaló al respecto lo siguiente:[5]​En Latinoamérica solo se utiliza el término para hacer referencia a los expertos del derecho, en cualquiera de sus ramas, que han logrado alcanzar un alto nivel de desarrollo teórico.El término consiste entonces más bien en una distinción, en un reconocimiento y, en cuanto tal, nadie se llama a sí mismo jurista sino que la comunidad jurídica en su conjunto reconoce a ese alguien como "jurista".Estos cursos se limitan a determinadas áreas del Derecho y persiguen una cualificación fundamentalmente diferente.Los estudios clásicos de Derecho en Alemania se imparten exclusivamente en las universidades.Hoy, sin embargo, este título tradicional sólo tiene un significado histórico o formal.En Baja Sajonia, también es posible estudiar Derecho sólo con la Fachhochschulreife (Vgl, § 18NHG (http://www.schure.de/22210/nhg.htm#p18)), siempre que los estudiantes cumplan los requisitos de la especialidad "administración y administración de justicia" como enfoque relevante.Este examen estatal es un requisito previo a la formación continua para convertirse en abogado plenamente cualificado.Dado que el Primer Examen suele ser un paso intermedio en el camino hacia la plena cualificación como abogado, tradicionalmente no conduce a la obtención de un título académico.Para los licenciados que se incorporan al mercado laboral directamente después del Primer Examen, esto puede suponer una desventaja, sobre todo a la hora de presentarse en el extranjero, donde no se conocen las peculiaridades de la formación jurídica alemana.Muchos términos que se usan como sinónimos en el lenguaje cotidiano, por ejemplo, propiedad/posesión o préstamo/alquiler, tienen sus propios términos claramente distintos en el lenguaje de los abogados que no son conocidos por el público en general.Algunos políticos intentan contrarrestar esto revisando los textos legales para que sean comprensibles en general para ser explorado.
Detalle del sarcófago del jurista romano Valerio Petroniano (315-320)