El Juramento antimodernista fue requerido desde 1910 hasta 1967 por la Iglesia Católica a "todo el clero, los pastores, confesores, predicadores, superiores religiosos y profesores de filosofía y teología en seminarios".
[1] El papa Pío X (1835-1914), canonizado el 3 de septiembre de 1954, había definido previamente el modernismo como una herejía en su encíclica Pascendi Dominici gregis y en el decreto Lamentabili sane exitu, ambas de 1907, donde desenmascara, define y condena esta herejía que se había infiltrado en todos los estratos de la Iglesia (alto y bajo clero).
Paradójicamente, hacia 1910 el movimiento modernista se hallaba en retroceso, aunque la excesiva preocupación del pontífice por ciertas actividades clandestinas motivó finalmente el establecimiento de esta exigencia.
[2] Alemania fue el único país donde se produjeron grandes protestas por la medida, invocando para ello la libertad científica; los profesores universitarios fueron dispensados allí de prestar el juramento, a petición de los obispos.
En toda la Iglesia católica únicamente rehusaron prestar este juramento cuarenta sacerdotes.