Julián de Lizardi
[3][1] En 1717, fue uno de los misioneros que partieron del puerto de Cádiz con rumbo al Perú, Quito y Paraguay.[3][1] Arribaron los barcos a Buenos Aires en julio del mismo año, y desde allí salió con sus condiscípulos a proseguir sus estudios en el colegio de Córdoba del Tucumán.[3] A consecuencia de una orden superior, se vio obligado a retornar a Buenos Aires,[1] y, una vez cumplida y ya cuando regresaba al Paraguay, naufragó durante la travesía toda la tripulación.[5][1] A pesar de que un joven alertó del ataque, Lizardi no creyó la alerta fundada, sino falsa alarma, como ya había sucedido en ocasiones anteriores.[6] Los rebeldes cargaron contra la iglesia, agarraron a Lizardi, le despojaron de sus ornamentos y los maltrataron.