Su infancia se caracterizó por ser difícil y triste («un grand silence roux» o «un gran silencio rubicundo»).
A pesar de haber decidido no asistir a la prestigiosa Escuela Normal Superior (École Normale Supérieure), desarrolló un amor por la literatura, el cual finalmente dominaría su vida.
Él y su esposa vivieron en la rue du Rocher, Num.
Entre sus amigos asiduos estaban Alfred Capus y Lucien Guitry.
Sus personajes son irónicos y algunas veces crueles, llegando inclusive en sus Historias naturales (Histoires naturelles) a humanizar animales y embrutecer a los hombres.