Jue

Los jués antiguos en general, se han descubierto en las tumbas, probablemente enterrados después de haber servido durante los rituales funerarios por contener ofrendas para los muertos.

Frecuentemente, el jué tenía un asa, a veces en forma de dragón y una embocadura larga que le permitía verter más fácilmente el contenido, y a veces estaba acompañada por otra más corta.

También tenía dos protuberancias en la parte superior del vaso, a veces en forma de seta,[1]​ que probablemente se utilizarían para levantarlo después de retirarlo del fuego.

Los modelos más antiguos no presentaban ningún tipo de decoración externa, pero poco a poco fueron apareciendo decoraciones, cada vez más elaboradas, hasta llegar a asumir el aspecto de un taotie.

El jué sirvió como modelo para otras formas de vasijas trípodes desarrolladas posteriormente como el jia.