Toda su obra fue atribuida a Frans Hals o a su marido, Jan Miense Molenaer, hasta 1893 cuando Cornelis Hofstede de Groot le atribuyó siete pinturas, seis de las cuales están firmadas con su distintivo monograma 'JL *'.
Si bien los detalles de su formación son inciertos, ya en su juventud llegó a ser lo suficientemente conocida como para ser mencionada en un libro de Samuel Ampzing titulado Beschrijvinge ende lof der stadt Haerlem, escrito originariamente en 1621, revisado entre 1626 y 1627, y publicado en 1629.
[7] Decenas de otras artistas femeninas fueron admitidas en el gremio durante el siglo XVII, pero no fueron reconocidas como tales, al entenderse sus actividades como oficios menores (bordado, cerámica, metal y madera) o bien porque se las consideraba continuadoras del trabajo de sus maridos al fallecer.
Se trasladaron a Ámsterdam para mejorar económicamente, dado que allí el mercado de arte era más estable.
Leyster y Molenaer tuvieron cinco hijos, de los cuales solo dos sobrevivieron hasta la edad adulta.
Su redescubrimiento se produjo en 1893, cuando se supo que una pintura admirada durante más de un siglo como obra de Frans Hals había sido pintada por Leyster.
La confusión (o quizás el engaño) tal vez se remonta a la vida de Leyster.
En 1868 Luke Schamb adquirió un cuadro de Leyster, La alegre compañía (París, Museo del Louvre), como si fuese un Hals.
Esta empresa, a su vez, vendió la pintura como un Hals al barón Schlichting en París.
Cuando se descubrió la firma original, el Barón Schlichting demandó a la firma inglesa, que a su vez intentó rescindir su propia compra y recuperar su dinero del comerciante de arte, Wertheimer.
Durante el proceso, no se consideró la obra como un pieza de valor dada su nueva atribución.