[cita requerida] La película muestra a los judíos desde una óptica antisemita, representándolos como seres físicamente poco agraciados, manipuladores, materialistas, inmorales y taimados.
El mejor ejemplo de esto son los dos papeles interpretados por Werner Krauß, el rabino Loew y el secretario Levy.
El protagonista del filme es Joseph Süß Oppenheimer, un funcionario de Hacienda judío nacido probablemente en 1698 en Heidelberg y ejecutado en 1738 en Stuttgart.
Tras la repentina muerte del duque, Oppenheimer es detenido y condenado a muerte por violar las leyes de pureza racial, que, nuevamente, al igual que en la Alemania nazi, prohíben a un judío mantener relaciones sexuales con una cristiana.
El ministro Goebbels insistió en este final para despojar de toda dignidad y heroicidad la figura del judío, pero existe otro montaje alternativo en el que el sentenciado encara estoicamente su destino.