No tuvo ninguna vinculación con el dirigente nazi Martin Bormann.
Durante su juicio, Bormann dijo que se había unido a las SS en 1938 "para ganar un buen dinero".
Sus supervisores incluían a María Mandel, Margot Drechsel e Irma Grese.
Bormann fue en algún momento transferida hacia Budy, un subcampo cercano donde continuó abusando de los prisioneros.
[1] En 1944, cuando los alemanes empezaron a tener grandes pérdidas, Bormann fue transferida al Campo auxiliar de Hindenburg (hoy día llamada Zabrze, en Polonia) en Silesia.