Juan Serrano (c. 1652/1654-1690) fue un pintor barroco español, discípulo y heredero de Juan Carreño de Miranda.
Nacido hacia 1654, pues al tasar las pinturas de Manuel Calvo en 1684 declaraba tener unos treinta años, en 1682 «asistía al obrador» de Carreño junto con Jerónimo Ezquerra y Diego López el Mudo, como consta por una orden dada al guardarropa del rey en marzo de ese año por el que los encargados del guardarropa debía proporcionar un traje a cada uno de los oficiales que trabajaban con el pintor de cámara.
[2] En su testamento mencionaba Carreño algunas obras que tenía apalabradas o inacabadas por las que había percibido ya algunas cantidades, obligándose Serrano como heredero a cumplir con los compromisos adquiridos por su maestro.
Sin otras noticias del San Melquiades, del que no se tiene constancia de que se llegase a pintar, el San Dámaso (Madrid, Casa de la Villa) es obra que tradicionalmente se ha considerado iniciada por Carreño y acabada por Antonio Palomino.
[2] Había fallecido ya el 27 de febrero de 1690, cuando su viuda, Antonia Henríquez, solicitó al rey que se le mantuviese la ración que venía disfrutando su marido, «para que pueda subsistir y alimentar vna huérfana que dejó a su cuidado Juan Carreño».