Así, tras estudiar sus primera letras en su pueblo natal, ingresa con diez años en la Escuela de Artes y Oficios "Mateo Inurria" de Córdoba donde cursa estudios de dibujo, pintura, historia del arte, modelado y, clave para su futuro, se inicia en la técnica del guadamecí.
Alcanzaría su plenitud en 1942 con la apertura de su propio taller, que años más tarde, trasladaría a la calle Enrique Redel.
Aunque su labor arrancó en 1936, no terminaría por consolidarse hasta 1939, una vez superado el complicado periodo de la Guerra civil española.
Desde este momento se suceden los encargos, no sólo en Córdoba y provincia, sino también en otros puntos de España, especialmente en Málaga y la provincia de Jaén, e incluso de Europa (Bélgica) e Hispanoamérica (Colombia, Guatemala y Venezuela).
Por ello, a continuación aparecerá reflejado el quehacer cronológico que ha dejado en la ciudad de Córdoba y la provincia.
[7] Tras su muerte, han tenido lugar numerosos homenajes al imaginero, cuya dedicación a la Semana Santa de Córdoba la revitalizó en las décadas de los cuarenta y los cincuenta.
222 y ss. P. P. Herrera Mesa, “Aproximación a la obra cofradiera de Juan Martínez Cerrillo”, en Alto Guadalquivir.