Siguió Espagne Poétique, París, 1826-1827, donde tradujo primorosamente al francés los clásicos de la lírica española desde el siglo XV con ilustraciones biográficas, históricas y literarias.
Destacan sus poemas sueltos La ramilletera ciega y el romance La timidez.
Es bastante más largo Esvero y Almedora, poema en doce cantos (París, 1840 y Barcelona, 1841), que narra el famoso episodio medieval del Paso Honroso del caballero Suero de Quiñones (Esvero en la obra), en octavas reales.
Las estrofas están magníficamente cinceladas según los más exigentes criterios del Neoclasicismo.
Tras la aparición de este poema su autor sostuvo una cierta polémica con el poeta Juan Nicasio Gallego.