Juan Loriga y Reguera
Finalizada la lucha contra los franceses marchó a América donde combatió en los ejércitos realistas de Chile y el Perú.Posteriormente pasó a Cuba donde se desempeñó como gobernador del departamento oriental de la isla hasta su muerte.[2] Finalizó la guerra en España con el grado de coronel y en 1818 formó parte de la última expedición militar que como refuerzo a los realistas de América partió de la metrópoli;[3] junto al teniente coronel Fausto del Hoyo y algunos restos del segundo batallón de Cantabria desembarcó en Talcahuano, incorporándose al ejército realista acantonado en Valdivia.,[4] aburrido por las pugnas internas de los jefes realistas de Chile se separó de este ejército y paso al Perú,[5] en donde participó, entre otras acciones, en la incursión del general José de Canterac sobre Lima en 1821 y en la batalla de Ica en 1822, ascendió seguidamente a brigadier y comandante general de caballería del ejército del Norte en 1823.A principios de 1824 fue enviado por el virrey La Serna a España a dar cuenta de la desesperada situación del virreinato, las noticias del desastre de Ayacucho le sorprendieron en la metrópoli librándose de esta manera de los compromisos políticos y responsabilidades que recayeron sobre los otros jefes realistas.[6] Encontrándose en Madrid, en 1825, contrajo matrimonio con la limeña Juana de la Pezuela, hija del virrey Joaquín de la Pezuela la cual falleció poco después debido a una complicación durante el parto.