Juan José Iriarte
Carlos Mugica, recién ordenado sacerdote, desarrolló durante un año su trabajo pastoral con Iriarte en 1959, en el Chaco santafecino.[2] El propio Mugica describió a Iriarte como una persona que «visitaba a la gente de la parroquia; no la esperaba, la iba a buscar».[2] Iriarte participó comprometidamente en las cuatro sesiones del Concilio Vaticano II en calidad de padre conciliar (1962-1965).[3] Posteriormente participó en la III Conferencia General del Episcopado Latinoamericano llevada a cabo en Puebla, México, en el año 1979.Sus restos mortales descansan en la Iglesia Catedral de Reconquista.