Los Crescenzi eran una antigua y prominente familia romana.
Giovanni se casó con Anna Massima y su hijo, Alessandro Agostino, tomó la carrera eclesiástica, siendo creado cardenal en 1675.
Crescenzi alcanzó relevancia como artista durante el pontificado del papa Paulo V, siendo Superintendente de Obras en la Capilla Paulina de Santa María la Mayor en Roma, supervisando también los proyectos artísticos encargados por el papa.
En 1617 atendió la llamada del rey Felipe III y acudió a Madrid.
Desde 1620, su labor fundamental tuvo lugar en El Escorial, donde proyectó y decoró el Panteón de Reyes.