Juan Alfonso de Lancina
Allí, en ratos de ocio y por gusto por el estudio escribió tres obras que tituló Floro hispano, Notitia Imperii Hispani y Relaciones de la Rebelión del Senado de Messina.Sin embargo, según escribió él mismo en el prólogo a sus Comentarios políticos de los Anales, en un viaje a España en tiempos de paz su barco fue apresado por los franceses en las islas Yeres y, conducido a Tolón, perdió sus pertenencias y, entre ellas, los tres manuscritos, aunque pudo escapar con ayuda de un griego.Años después pudo publicar el libro dedicado a la revolución de Mesina gracias a que de él tenía una copia, no así los otros dos.[3] El «último tacitista político», según lo definió Enrique Tierno Galván,[4] cuando se propuso escribir sus comentarios, según decía en el prólogo de su obra, seguía una moda que era casi una «epidemia».Su traducción del libro primero de los Anales, no obstante, es la primera española que se acompaña del texto latino, para el que Lancina se sirvió de la edición de Justo Lipsio, entre otras, pero sus comentarios son estrictamente políticos y no filológicos.